lunes, 18 de marzo de 2013

Haikus, Chiyoni, Mizuta Masahide

川ばかり
闇はながれて
蛍かな

- 千代尼

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(Kawa bakari)              Simplemente un río:
(Yomi wa nagarete )   oscuridad que fluye
(Hotaru kana)             entre luciérnagas.

-Chiyoni





行時は
月ならびて
水の友


- 水田 正秀

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(Yuku toki wa)          Cuando parta
(tsuki ni narabite)     dejadme ser como la luna,
(mizu no tomo)          amigo del agua

-Mizuta Masahide

domingo, 17 de marzo de 2013

Las pasiones de Spinoza

Pongo aquí un interesante artículo aparecido en "El libertino erudito" donde se trata las connotaciones políticas de la filosofía de las pasiones spinozista.

Spinoza

sábado, 2 de marzo de 2013

Arquitectura de opresión. La universidad de Alicante

Como puede verse el aulario I a pesar de tener cerca de 80 aulas, cuenta con una iluminación natural mínima


Hace unos dos años escribí un artículo en referencia al antro en el que me veía obligado a estudiar cuando aún estudiaba Economía. He decidido rescatar dicho artículo, retocarlo un poco y volverlo a publicar, ya fuera del extinto Ateneo Pangea.

¡Espero que guste!

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De la lectura de una interesante reflexión en el libro "Urbanismo y ecología humana en el anarquismo ibérico", me di cuenta de que el sistema económico imperante, con su consecuente sistema de valores y principios, se ve reflejado más de lo que creemos en la arquitectura.
  Un ejemplo significativo, básicamente porque allí me paso medio día, lo tomé de la universidad de Alicante y, más concretamente, de mi aula. Para empezar, y como dato fundamental desde donde partiré, mi aula no tiene ventanas (como la muchas en el aulario). En cambio, cuenta con un complejo sistema de calefacción, aire acondicionado y de iluminación, sistemas que obviamente sustituyen el rol que el sol, y la naturaleza en general, deberían hacer.

  Ahora bien ¿Por qué alguien buscaría que un aula donde se estará, como mínimo , cuatro horas al día durante nueve meses no tuviera ventanas? Lo primero que se nos puede ocurrir es que está así construido por necesidades del diseño, por ocupar todo el espacio posible o para evitar que el mundo exterior distraiga o "moleste" a los que dentro se encuentran. Para mí esta última puede ser la razón fundamental y de donde partirá todo lo demás; la idea de que la propia clase es una abstracción de la realidad, que no es parte del mundo real, el mundo que teóricamente se estudia, es algo ajeno. Esta es una concepción muy común en el pensamientos económicos modernos (y mucho más en economía, donde se estudian dichos pensamientos, normalmente acuñados en el término de Capitalismo, donde se dice que el mundo real es un caso especial). ¿Qué consecuencias trae esta abstracción de la realidad?:

  1. Una dependencia radical de la tecnología, si se avería la calefacción o el aire acondicionado corres el peligro de morirte de frío o de calor respectivamente, si se estropea el ordenador o el proyector muchos profesores ya serán incapaces de dar clases porque estas se reducen a leer de las diapositivas (hechas por el coordinador de la asignatura) y ya no hablamos si por un casual se corta la luz, es el fin de la clase, pues además de no tener ordenador corres el peligro de morirte de frío o de calor a oscuras.
  2. Separación entre la naturaleza/realidad y pensamiento, como ya se ha dicho hace que se caiga en una especie de"autismo" del conocimiento. Sería difícil decir a un grupo de alumnos que lo mejor que se podría hacer con los bosques es venderlos para hacerlos muebles de Ikea cuando están mirando por la ventana a esos mismos bosques y están a gusto con él.
  3. Negación de la naturaleza en el entorno como consecuencia de lo anterior. Si los arquitectos y planificadores anarquistas promovían el uso de los elementos que daban la vida (agua, tierra, aire y luz), los arquitectos del capitalismo entienden todo lo contrario, mientras más distinto sea de la naturaleza, mejor, pues así puede distinguirse la obra del hombre, lo artificial, y puede mostrarse lo que por el ha sido creado y domado, la luz artificial (la electricidad), el aire artificial (aire acondicionado), el agua artificial (utilizada para las fuentes que muchas veces no tienen otra misión que el simple decoro) y la que llamaremos tierra artificial (que engloba tanto al hormigón como al concepto absurdo que se tiene de espacio verde que al igual que del agua solo se espera el decoro).
  4. Inmovilización y control de la atención. Aquí vemos uno de los puntos fundamentales de nuestra crítica. En las aulas se ha pasado a evitar la libertad de movimiento además de focalizar la atención de los individuos lo más posible.¿Cómo hacen esto? Las sillas y las mesas están ancladas al suelo por lo que resulta imposible moverse más de lo que está estrictamente permitido por el diseño, además de que las mesas están dispuesta a lo largo por lo que a las únicas personas con las que tendrás contacto directo serán las que estén inmediatamente a tu lado. Todo esto dispuesto en forma de semicírculo para poder ser "irradiado" de los conocimientos del profesor de turno. ¿Qué provoca esto? A parte de dolores de espalda (pues tengamos en cuenta que la anchura entre respaldo y mesa es la misma para todos, independientemente como sea su complexión física), se evita que el alumno piense en la mejor manera de disponer de su espacio, de la mejor manera de reunirse, de disponerse para la clase. Lo único en lo que tiene que centrarse el alumno es en recibir " las escrituras" recibidas por el obispo del conocimiento que es el profesor (esto, si nos damos cuenta, no es solo una metáfora ya que la disposición de una iglesia, con bancos anclados al suelo y un cura en alto para dar la monserga, no es muy distinta a lo que cuento).

  Curiosamente la biblioteca general y algunos edificios del campus no responden exactamente a esta teoría, en el caso de los segundos es porque son de construcción anterior a la "modernización" del campus, algunos de la época franquista, en el caso de la primera tendremos que detenernos para analizarla con más detenimiento.



   La biblioteca general es un edificio enorme creado para almacenar una cantidad ingente de libros y cientos, sino miles, de estudiantes, ¿cómo entonces utiliza la arquitectura para controlar a sus ocupantes?en este edificio no valen las sutilezas como veremos más adelante. Su estructura externa cuenta con una cara de cristal donde tanto los de dentro como los de fuera pueden ver que esta pasando al otro lado. Podría pensarse que esto viola el concepto que se tiene de la arquitectura moderna en esta universidad ya que utiliza la luz natural como fuente de calor y luz, es cierto, podría usarlas, pero no las usa, al menos no completamente. En realidad el cristal está más como un mural enorme que como una fuente de luz o calor, pues calor lo que se dice calor no da, y luz como si no la diera, pues las luces del interior están permanentemente encendidas. El tema de la tierra se reduce a un ridículo rectángulo de tierra seca en la parte central al que no va nadie pues su apariencia de abandono y aridez es completa. Y en cuanto al aire, lo mismo que en el aulario, todo es aire artificial.
  Ahora, por lo que toca al control, las sillas, por "fortuna", no están ancladas al suelo (ni las mesas), en esta parte al menos mejora y en mucho al aulario, pero, ¿Cómo se controla entonces? como ya dije antes son bastante menos sutiles, si no fuera suficiente el control ejercido por los trabajadores que en ella hacen su labor, cuenta con un servicio de seguridad privada para mantener a raya a estos salvajes que son los estudiantes, así que sí amigos, la biblioteca en cuanto a esto no se distingue a un vulgar centro comercial y la misma UA lo reconoce en su presentación(1) :
    [...] Nuestra Universidad es la primera empresa de la provincia de Alicante con más 2.000 trabajadores (personal docente y de servicios) y un presupuesto anual en torno a los 15.000 millones de pesetas. Supone un referente obligado para muchas empresas con las que mantiene contratos de asistencia técnica [...]

  Supongo que la diferencia entre la universidad y el Carrefour, según ellos, es que Carrefour vende  jamón, galletas y refrescos y ellos grados de arquitectura, economía y derecho.
  Pero por si esto no fuera poco, tiene un sistema de cámaras de vídeo (tanto a la entrada como en las propias plantas de estudio) y esto es extensivo a toda la universidad, al igual que la seguridad privada, pues si pasan por ahí se darán cuenta de que en cada cruce de caminos hay una cámara que nos observa, y ahí no está lo mejor de todo, lo mejor es que algunas de las cámaras son DE MENTIRA, se ve que para espantar a los malintencionados.


    Todo esto sin mencionar que hay una zona del campus exclusivo para oficinas bancarias, por si te entra la vena consumista y no tienes tiempo a acercarte a San Vicente o al centro comercial de al lado, y tampoco hablamos de los cajeros disponibles dentro de los aularios
   Pero no son solo los constructores, supervisores y mantenedores de los edificios quienes perpetúan el sistema si no que también las propias personas que sufren de él (principalmente alumnos) le dan alas para autoperpetuarse haciendo justamente lo que se espera que hagan cuando están sin vigilancia: dependientes, absurdamente egoístas, infantiles...
  Esto lo podemos ver, por ejemplo, en el único lugar que goza de una mínima privacidad: el baño (¡menos mal!). Este ha de ser continuamente reparado por los destrozos que ahí se producen.

   Ahora bien, lo que es verdaderamente importante, y es lo que busco mostrar, es que el rectorado deducirá de esta situación que si la gente esta sin vigilancia constante no hará más que destrozos, lo que hará que se auto-justifique como el único que puede traer el orden a una micro-sociedad caótica como la universitaria. ¿Qué es lo que sacamos nosotros de esto? que en el mundo donde se les ha enseñado a las personas a que rehuyan de sus responsabilidades siempre que les sea posible, que mientras más hagan los que les plazca sin importar a quién o a qué hacen daño, que mientras más egotistas sean, mejor. Esto entra dentro del propio sistema de educación que se inculca, y no solo escolar si no también a nivel de valores y principios en casa,es él el que perpetúa a la rectoria (y ampliando al propio Estado) ya que le concede un estatus paternalista en relación al resto de los alumnos (y por extensión a la sociedad).
  Si no se educa de una manera distinta a las personas basándose en otro esquema de valores y principios jamás seremos capaces de salir de este estado de "permanente infancia" a la que el Estado nos mantiene, en esto me remito al artículo de Paideia:

[...]Este autoritarismo lo manifiesta la sociedad desde la educación para crear personas dependientes, autoritarias y competitivas que asumen las injusticias del sistema como algo natural a la humanidad, integrándonos en un sistema insolidario y que mantiene desigualdades, violencia, enfrentamientos y explotación. Buscamos una transformación global de la sociedad. Para ello debemos cambiar muchos de las valores de la sociedad actual, a través de la educación buscando Apoyo mutuo, solidaridad, libertad, igualdad ético colectiva, dignidad y responsabilidad, es decir la dicha y el bienestar del ser humano.[...]

(1):Pueden ver su presentación completa en:http://web.ua.es/es/universidad-alicante/antecedentes-y-evolucion.html 
(2)Invito a todos a leer la sección de "Filosofía de diseño del campus": http://www.ua.es/es/informacion/memoria/1998/campus.htm#La+filosof%EDa+de+dise%F1o
 (3) Aquí pueden encontrar la descripción precisa de las aulas, viendo su tamaño y aforo.

Cincuenta sombras de Grey, por H. Marcuse

—Se trata de ganarme tu confianza y tu respeto para que me 
permitas ejercer mi voluntad sobre ti. Obtendré un gran
placer, incluso una gran alegría, si te sometes. Cuanto más
 te sometas, mayor será mi alegría. La ecuación
es muy sencilla.
—De acuerdo, ¿y que gano yo de todo esto?
Se encoge de hombros y parece hacer un gesto de disculpa.
—A mí —se limita a contestarme.

 Fragmento escogido al azar al abrir el libro Cincuenta sombras de Grey.    


Ese terrible libro, que lleva vendidas ya más de 31 millones de copias en todo el mundo, terriblemente escrito pero "extrañamente" popular, entró en mi casa hace unos dos meses, desde ahí, como si de un virus se tratara sedujo a mis tres compañeras de piso, volviéndolas a la vez críticas con él y a la vez incapaces de evitar leerlo. Era un libro rompedor y, a la vez, no lo era. Cientos de libros antes habían tratado temas tan "picantes" como esos en sus respectivas épocas y pocos habían conseguido liberar nada, más bien lo contrario, habían conseguido venderlo de una manera aceptable para la mayoría.
Hace unas dos semanas mientras me encontraba en mi habitación en uno de mis comunes encierros de lectura, me encontré con la teoría de Herbert Marcuse sobre la desublimación en el mundo moderno, teoría con la cual se enfrentaba en el campo teórico al psicoanalista W. Reich.
En su teoría, el sistema político no reprimía en todo lugar y momento la sexualidad de sus miembros, sino que podía distribuir dosificadamente esas pulsiones, bajo la forma de desublimación represiva. Así Marcuse incluía al sexo como un valor de mercado, incluyendo dicha teoría en un pensamiento que podríamos llamar Freudomarxismo. 

A continuación dejaré el fragmento donde podemos leer la posición sobre el tema  en su obra El hombre unidimensional:

"Al censurar el inconsciente e implantar la consciencia, el superego también censura al censor, porque la conciencia desarrollada registra el acto malo prohibido no sólo en el individuo sino también en su sociedad. Al contrario, la pérdida de consciencia debido a las libertades satisfactorias permitidas por una sociedad sin libertad, hace posible una conciencia feliz que facilita la aceptación de los errores de esta sociedad. Es el signo de la autonomía y la comprensión declinantes. La sublimación[1] exige un alto grado de autonomía y comprensión; es una mediación entre el consciente y el inconsciente, entre los procesos primarios Y los secundarios, entre el intelecto y los instintos, la renuncia y la rebelión. [...]
A la luz de la función cognoscitiva de este modo de sublimación, la desublimación triunfante en la sociedad industrial avanzada revela su verdadera función conformista. Esta liberación de la sexualidad (y de la agresividad) libera a los impulsos instintivos de buena parte de la infelicidad y el descontento que denuncian el poder represivo del universo establecido de la satisfacción. Desde luego, hay una infelicidad general, y la conciencia feliz es bastante débil: una delgada superficie que apenas cubre el temor, la frustración y el disgusto. Esta infelicidad se presta fácilmente a la movilización política; sin espacio para el desarrollo consciente, puede llegar a ser la reserva instintiva de una nueva manera fascista de vida y muerte. Pero hay muchas formas en las que la infelicidad bajo la conciencia feliz puede volverse una fuente de fuerza y cohesión para el orden social. Los conflictos del individuo desgraciado parecen ahora mucho más fáciles de curar que aquellos que provocaron el «malestar de la civilización» de Freud, y parecen estar definidos mucho más adecuadamente en términos de la «personalidad neurótica de nuestro tiempo» que en los de la eterna lucha entre Eros y Tanatos.
 

La forma en la que la desublimación controlada puede debilitar la rebeldía instintiva contra «el principio de realidad[2]» establecido puede apreciarse mediante el contraste entre la representación de la sexualidad en la literatura clásica y romántica y en nuestra literatura contemporánea. Si uno selecciona de entre las obras que están, en su misma sustancia y forma interior, determinadas por la relación erótica, ejemplos tan esencialmente diferentes como Fedra, de Racine, Las afinidades electivas, de Goethe, Las flores del mal, de Baudelaire, Ana Karenina de Tolstoi, la sexualidad aparece consistentemente en una forma altamente sublimada, «mediatizada» y reflexiva; pero dentro de esta forma es absoluta, sin ningún compromiso, incondicional. La dominación de Eros es, desde el principio, también la de Tanatos. La realización es destrucción, no en un sentido moral o sociológico, sino ontológico. Está más allá del bien y del mal, más allá de la moral social y así permanece más allá del alcance del principio de realidad establecido, que este Eros niega y ataca.


En contraste, la sexualidad desublimada es clara en los alcohólicos de O'Neill y los salvajes de Faulkner, en el Tranvía llamado Deseo y La gata sobre el tejado de zinc, en Lolita, en todos los cuentos de orgías en Hollywood y en Nueva York, en las aventuras de las amas de casa de los nuevos suburbios. Todo  esto es infinitamente más realista, osado, desinhibido. Es uña y carne de la sociedad en la que los hechos ocurren, pero no es su negación en ningún lado. Lo que ocurre es sin duda salvaje y obsceno, viril y atrevido, bastante inmoral y, precisamente por eso, perfectamente inofensivo.
Liberada de la forma sublimada que es el signo esencial de sus sueños irreconciliables —una forma que es el estilo, el lenguaje en que la historia es contada—, la sexualidad se convierte en un vehículo de los best-sellers de la opresión. No se puede decir de ninguna de las mujeres sexuales de la literatura contemporánea lo que Balzac dijo de la prostituta Esther: que la suya era una ternura que florecía sólo en el infinito. Esta sociedad convierte todo lo que toca en una fuente potencial de progreso y explotación, de cansancio y satisfacción, de libertad y opresión. La sexualidad no es una excepción.


El concepto de desublimación controlada implica la imposibilidad de una liberación simultánea de la sexualidad reprimida y de la agresividad[...] De acuerdo con Freud, el fortalecimiento de la sexualidad (libido) implicaría necesariamente un debilitamiento de la agresividad, y viceversa. Sin embargo, si la liberación de la libido, socialmente permitida y favorecida, va a ser la de una sexualidad parcial y localizada, será equivalente a una compresión del hecho de la energía erótica, y esta desublimación será compatible con el crecimiento de formas de agresividad tanto no sublimadas como sublimadas; una agresividad que crece desenfrenada en la sociedad industrial contemporánea.
"


[1]: En psicoanálisis supone "el mecanismo de defensa mediante el cual se satisface de forma indirecta los impulsos adaptándolos a las normas del medio social, con provecho para uno mismo y para la sociedad."
[2]: Principio que forma dúo con el principio de placer. A diferencia de este, el principio de realidad se basa en el mundo exterior y en la experiencia personal del sujeto para llevar a cabo las pulsiones que pide el principio de placer.

* Las negritas son mías. 

Bibliografía:

-El hombre unidimensional, Herbert Marcuse
-Marcuse, Fromm, Reich: El freudomarxismo, Jose Taberner Guasp, Catalina Rojas Moreno
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