Fragmento. P. Bordieu, La dominación masculina
[...]Los hombres (y las propias mujeres) no pueden ver
que la lógica de la relación de dominación es la que consigue imponer e
inculcar a las mujeres, en la misma medida que las virtudes dictadas
por la moral, todas las propiedades negativas que la visión dominante
imputa a su naturaleza, como la astucia o, por tomar una característica
más favorable, la
intuición. Forma especial de la peculiar lucidez
de los dominados, la llamada «intuición femenina» es, en nuestro propio
universo, inseparable de la sumisión objetiva y subjetiva que estimula u
obliga a la atención y a las atenciones, a la vigilancia y a la
atención necesarias para adelantarse a los deseos o presentir los
disgustos. Muchas investigaciones han puesto en evidencia la perspicacia
especial de los dominados, sobre todo de las mujeres (y con especial
agudeza de las mujeres doble o triplemente dominadas, como las
sirvientas negras, recordadas por Judith Rollins en Between Women). Más
sensibles a los indicios no verbales (el tono en particular) que los
hombres, las
mujeres saben identificar mejor una emoción expresada
de manera no verbal y descifrar la parte implícita de un discurso; según
una investigación realizada por dos investigadores holandeses, las
mujeres son capaces de hablar de su marido con mucho detalle, mientras
que los hombres sólo pueden describir a su mujer a través de
estereotipos muy generales, válidos para «las mujeres en general». Los
mismos autores sugieren que los homosexuales que, educados
necesariamente como heterosexuales, han interiorizado el punto de vista
dominante pueden adoptar ese punto de vista sobre ellos mismos (lo que
les lleva a una especie de discordancia cognitiva y
evaluadora muy
adecuada para contribuir a su especial lucidez) y que entienden mejor el
punto de vista de los dominadores de lo que estos mismos pueden
hacerlo.
Nunca había contemplado la "intuición femenina" desde este prisma.
ResponderEliminar...interesante.